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El aprendiz que quiere llevar a su pueblo indígena a la ‘Aldea Global’



“Yo puedo decir que tenía un sueño, lo traje al SENA y lo pusimos en desarrollo”: Fabio García, indígena puinave.


Un joven de una comunidad del Amazonas desarrolla en el SENA proyecto de aplicativo para traducir lenguas nativas entre sí y al Español e Inglés.


Fue uno de los emprendimientos digitales más llamativos en el SENASOFT- Cartago. La herramienta tendrá impacto cultural, social y turístico.


Cartago, (Valle del Cauca), 1 de agosto de 2017.- Esta es la historia de un singular emprendimiento digital que nació en la selva y se desarrolla posteriormente en una sede del SENA. Está inscrita en plena Era Digital y pertenece al tiempo de la ‘Aldea Global’ que aceleradamente va disolviendo todas las barreras del mundo, incluyendo por supuesto las que existen en las entrañas del Amazonas.


El comienzo de los tiempos, una exitosa película colombiana, Macondo y un choque cultural catastrófico confluyen en este relato cuya temática esencial es la determinación de un indígena Puinave por integrar en un solo Universo su mundo ancestral y el de aquellos que llegan al pie del Cerro Mavecure, en el Guainía, para interactuar de manera amigable con su gente.


El aprendiz indígena Fabio García García es el protagonista de esta crónica, que comienza en el siglo pasado, exactamente en 1996, cuando él apenas contaba 6 años de edad .


“Recuerdo bien cuando llegó al Remanso una profesora que se llamaba Patricia Guerrero y me preguntó: ‘Cómo se dice grande en tu lengua’… Yo me quedé frío porque no le entendía nada. Pero ella comenzó a enseñarme, hasta que pude responderle: Iyikpek.


Esa fue su primera traducción. La primera pregunta que respondió a una extraña y el primer puente que tendió entre su lengua materna y el español.


Fabio pertenece a los Puinave, grupo ancestral que se asienta en varios lugares del Amazonas, entre ellos en el Remanso, ubicado en la margen izquierda del Río Inírida, cerca del Mavecure, en el departamento del Guainía. Allí conviven unas 50 familias indígenas y 500 personas aproximadamente.


“El que haya visto la película de la serpiente – se refiere a “El abrazo de la serpiente, filmada en esa zona- puede tener idea de donde vivimos”, explica el aprendiz, aclarando a continuación que “la historia de esa película no es de mi pueblo, pero si la sentimos cerca por el Mavecure y también porque nosotros sufrimos la violencia del caucho”.


Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, los indígenas del Amazonas fueron objeto de una brutal agresión de hombres blancos que los explotaron cruelmente para obtener el entonces valioso caucho. La masacre se repitió entre 1942 y 1945, dejando enormes secuelas que se sumaron a las que llevaban los nativos en el alma desde los tiempos de la Conquista y la Colonización.


Por eso ellos optaron por aislarse y levantaron desde el seno de su cultura y territorios férreas barreras para protegerse. El tradicional abandono al que los sometieron el Estado y la Sociedad por mucho tiempo reforzó su aislamiento y le dio vida a ciertas ideas y prevenciones.


“Los mayores siempre decían que estudiar es malo porque sirve para abusar de los demás”, sentencia Fabio.


No obstante, instalado allí en la sede del SENASOFT de Cartago, frente a un computador que no deja de operar, este aprendiz de Análisis y Desarrollo de Sistemas de Información (ADSI) de la Regional Guainía, confiesa que precisamente es debido a los conocimientos que ha conquistado con el estudio que “hoy se ha convertido en el orgullo de su familia y su Comunidad”.


A sus 27 años de edad, Fabio logró ser uno de los tres aprendices del Centro Ambiental y Ecoturístico del Oriente Amazónico que participaron en el SENASOFT que finalizó en Cartago el pasado fin de semana. Llevando de la mano su proyecto Ducjin (‘trabajador independiente’, en puinave), él compitió en Emprendimiento Digital, mientras que sus dos compañeros lo hicieron, como equipo, en Algoritmia.


“Me siento feliz porque gracias al SENA por primera vez pude salir de mi región y relacionarme con mucha gente que no conocía”, afirma el joven puinave, quien fue uno de los aprendices más asediados en la sala de Emprendimientos Digitales del mayor evento que realiza la entidad en torno a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC.


En realidad la salida hacia Cartago fue la primera que físicamente hizo Fabio, más allá de su Región. Pero su contacto con otros mundos comenzó a muy temprana edad, en la última década del siglo pasado, cuando doña Sofía García, su mamá, lo llevó de la mano al pie de la escuela recién abierta en el Remanso y le indicó: “Anda mijo, prueba una semana. Si no te gusta o te tratan mal no vuelves y no pasa nada”.


Desde entonces el niño indígena comenzó una relación especial con la profesora Patricia – la misma de la ‘primera pregunta’- y muy pronto fue aprendiendo a leer, hasta que por fin pudo “comenzar a enseñarle palabras en español a mi primo Diego Elí, que ahora es profesor”.


El efecto de sus avances rápidamente se regó entre los indígenas y varios de ellos decidieron que sus hijos seguirían ese mismo camino. El conocimiento ya no era visto como un mal y a pesar de su escasa edad, Fredy logró su primer éxito: contribuir a derribar las barreras que aíslan a su comunidad.


“Después, cuando ya tenía 10 años, me leí Cien años de Soledad”, recuerda. “Sentía como que mi imaginación volaba y comencé a preguntarme dónde quedará ese Macondo”.


Pero lo más importante que le sucedió es que “empecé a entender que había otras ciudades y más gente en otras partes y que en el mundo había muchas cosas que los indígenas desconocíamos”.


Con esas inquietudes acrecentadas en su cabeza finalizó no sólo su periodo escolar sino una etapa de su vida como indígena. “No volví a salir con mi papá a pescar; más bien prefería quedarme leyendo o estudiando”, concluye.


Ducjin es un aplicativo ideado por Fabio para derribar barreras y acercar grupos y culturas mediante la traducción de palabras entre lenguas de las comunidades indígenas de la Región del Guainía (Curripaco, Piapoco, Sikuani, Piaroa y Puinave), el Español y el Inglés. “La idea es que con esto nos comuniquemos mejor entre nosotros y con los demás”, explica el aprendiz, quien es el menor de cinco hermanos, y el único de ellos que estudió.


En términos de Diego Luis Forero, instructor de ADSI de la Regional Guainía: “Ducjin es un proyecto que busca que las personas y los grupos mejoren su comunicación, lo cual es muy importante en una zona con mucha diversidad étnica. Además facilitará el contacto con colonos, visitantes y turistas, causando un impacto social, cultural y productivo”.


El Remanso es un sitio ecoturístico por excelencia, que ha visto incrementar el flujo de visitantes extranjeros y nacionales gracias a “El abrazo de la serpiente”. Para los indígenas esta actividad se ha convertido en algo esencial para su sustento y desarrollo.


De ahí la importancia del aplicativo que Fabio comenzó a perfilar en su mente hacia el 2014, cuando visitaba una sede del SENA, buscando información sobre los programas de formación.

“Vi entonces a una persona en la biblioteca buscando el nombre de las frutas en las lenguas indígenas, pero no encontraba nada. Hablé con ella, le dije algunos nombres y me explicó que estudiaba ADSI en el SENA de Medellín”, recuerda.


Ese encuentro lo dejó marcado, porque allí volvió a sentir la imperiosa necesidad de establecer puentes para la comunicación entre diversas lenguas. Así que se prometió a si mismo que “iba a estudiar ADSI en el SENA para hacer un aplicativo: el Ducjin” .


“Fabio llegó al SENA y desde el comienzo presentó la idea. Nosotros la acogimos y hemos llevado a cabo todo el proceso para ponerla en práctica, como emprendimiento digital”, afirma José Guerrero, líder del programa SENASOFT en la Regional Guainía, quien también hizo parte de la delegación de su departamento, en Cartago.


El aprendiz por su parte, remata diciendo que “Ducjin servirá para que los visitantes aprendan y entiendan mi lengua y mi mundo, así como yo aprendí la suya y comencé a conocer el suyo”.


Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de recolección de información y podría estar disponible en el 2018, justo cuando se piensa que estará operando en todo el Guainía una red de interconexión por microondas que adelanta el gobierno nacional. A partir de ese momento, se espera que toda la Región pueda contar con internet gratuito.


En el pasado SENASOFT-Cartago la Regional Guainía evidenció sus avances en la formación TIC al ganar sus aprendices la especialidad Algoritmia, ciencia de la Era Digital cuyo objeto de estudio es el Algoritmo, la lógica que impera en el mundo actual de la ‘Aldea Global’, el lugar a donde Fabio quiere llevar no sólo la lengua, sino la cultura y el conocimiento ancestral de los pueblos indígenas de la selvas amazónica.


El comienzo de los tiempos vuelve a escribirse.

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